El trรกiler de Train to Busan 3: Redemption comienza con una escena inquietantemente tranquila de una estaciรณn de tren abandonada, cubierta de maleza y con un silencio inquietante. Los restos de los horrores del pasado son evidentes: ventanas rotas, manchas de sangre y las pertenencias desechadas de quienes alguna vez buscaron refugio aquรญ. Un sonido distante y triste de un silbato de tren resuena en el aire vacรญo, creando un tono ominoso.
La cรกmara enfoca a un grupo de sobrevivientes apiรฑados alrededor de una fogata en un campamento improvisado, con sus rostros demacrados y cansados, pero llenos de determinaciรณn. Entre ellos, reconocemos algunas caras familiares de entregas anteriores, ahora curtidas en la batalla y marcadas por el implacable apocalipsis zombi que ha devastado Corea del Sur y mรกs allรก. Un nuevo personaje, un lรญder endurecido, habla con voz grave: “Lo hemos perdido todo… pero aรบn hay esperanza. La redenciรณn estรก por venir”.
A medida que avanza el trรกiler, vemos destellos del mundo que se encuentra mรกs allรก de las vรญas del tren: un paisaje marcado por el caos y con ciudades invadidas por los no muertos. Los supervivientes han oรญdo rumores de un refugio seguro, una ciudad fortificada que ha conseguido mantener a raya a los zombis y que ofrece un rayo de esperanza en un mundo de desesperaciรณn. Pero para llegar a ella, deben subir a un รบltimo tren: un peligroso viaje a travรฉs de un paรญs plagado de infectados.