La noche del colapso, la escena era caótica, con equipos de rescate luchando por encontrar sobrevivientes entre los escombros. Soto reveló que el hermano de Rubby, un médico ortopedista, llegó al lugar con la esperanza de encontrarlo con vida, pero la realidad fue devastadora. “La desesperación era inmensa,” describió Soto, quien también confirmó que Rubby fue localizado solo después de la medianoche, ya sin vida.
El número de víctimas sigue aumentando, y Santo Domingo llora por su música y su legado. La comunidad se une en duelo mientras esperan respuestas sobre las circunstancias que llevaron a este trágico evento.