A los 93 años, Christiane Martel, la icónica Miss Universo de 1953 y figura clave del cine mexicano, ha roto su silencio sobre una de las tragedias más impactantes de la historia del espectáculo: la misteriosa muerte de Pedro Infante. En un giro inesperado, Martel ha admitido que su relación con el ídolo mexicano podría haber sido más que un rumor. Según su nieto, César Augusto Infante, estos secretos han estado ocultos durante décadas y ahora resuenan con fuerza en la memoria colectiva de México.
El accidente fatal del 15 de abril de 1957, donde Infante perdió la vida en un avión que se estrelló en Mérida, ha sido objeto de especulaciones durante años. ¿Fue realmente un accidente o un encubrimiento? Martel, quien se mudó a México en 1954 y se convirtió en una estrella en medio de la era dorada del cine nacional, ha sido vinculada a este enigma, con rumores de un romance prohibido que habría tenido implicaciones fatales.
Las revelaciones de Martel llegan como un rayo en medio de una tormenta de teorías que han circulado durante casi 70 años. Según César, la relación con Infante fue intensa y oculta, poniendo en riesgo tanto su reputación como su vida. Afirma que la familia Alemán, a la que Martel pertenece tras su matrimonio, habría presionado para que el romance se mantuviera en secreto, lo que llevó a decisiones drásticas que podrían haber influido en el destino del ícono.
La confesión de Martel revive no solo el interés por la vida de Infante, sino también las sombras de un pasado lleno de glamour y tragedia. La pregunta que ahora resuena es: ¿qué tan lejos llegarían algunos para proteger su legado? Esta historia, entrelazada con amor, poder y misterio, promete seguir capturando la atención del público. A medida que las piezas de este rompecabezas se revelan, el eco de Pedro Infante, el ícono eterno, continúa resonando en el corazón de México.