**Título: El Regreso del Imperio: Trump Reprograma el Ejército de EE.UU.**
Donald Trump ha vuelto a West Point, y no como un ex presidente, sino como un emperador que redefine el futuro del ejército estadounidense. Ante una nueva generación de cadetes, el magnate se presentó con un discurso que resonaba como un grito de guerra: ha llegado la era dorada de Estados Unidos. Sin embargo, este regreso no es motivo de celebración, sino de alarma. Bajo su mando, las fuerzas armadas están experimentando una transformación ideológica inquietante.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha desmantelado principios fundamentales de diversidad e inclusión en las academias militares. West Point ha eliminado toda referencia a la inequidad sistémica y ha prohibido términos como “feminismo” y “racismo sistémico”. Mientras que hace cinco años, el discurso giraba en torno a la lucha contra el racismo y la necesidad de un ejército inclusivo, hoy se ha instaurado una cultura del silencio que castiga cualquier cuestionamiento.
Con un nuevo secretario de defensa, ex presentador de Fox News, Trump ha realizado una purga de altos mandos militares que alguna vez defendieron la diversidad como una fortaleza. La retórica del “sentido común” se ha convertido en un eufemismo para silenciar voces críticas y eliminar cualquier mención de raza y género en el debate. Sin embargo, esta estrategia no solo afecta la estructura del ejército, sino también la educación de sus futuros líderes.
A medida que las aulas se convierten en espacios de censura, profesores y cadetes enfrentan una creciente tensión. La necesidad de conformarse con el ideario de la administración ha llevado a algunos educadores a buscar formas clandestinas de enseñar la verdad, mientras que estudiantes valientes amenazan con rechazar órdenes ilegales. Este escenario se asemeja más a una distopía que a una democracia.
La pregunta que queda es: ¿qué tipo de ejército está moldeando Trump? Este no es un simple cambio de liderazgo; es una reprogramación del alma de las fuerzas armadas. Mientras el nacionalismo militar resurge disfrazado de patriotismo, la esencia misma de la libertad está en juego. Este es un llamado urgente a la reflexión y a la acción.