**¡Crisis en el Pentágono! Hegseth bajo fuego por filtrar información militar clasificada**
La situación en el Pentágono ha alcanzado un punto crítico tras revelarse que el secretario de defensa, Pitt Hegseth, compartió información militar sensible en un chat privado, provocando un clamor general por su renuncia. En un escándalo que recuerda a los eventos que llevaron a la caída de Michael Flynn en 2017, Hegseth, en un acto que muchos consideran imprudente e irresponsable, discutió planes de ataque en Yemen con su esposa, su hermano y su abogado personal en un grupo de Signal llamado “Defensa reunión de equipo”.
Lo alarmante es que dicha información fue divulgada a personas totalmente ajenas a la estructura militar, lo que ha generado una ola de críticas no solo de los opositores, sino de sus propios compañeros dentro del gobierno. La senadora Tammy Duckworth, veterana de guerra, enfatizó que cada día que Hegseth se aferra a su puesto, pone en riesgo la vida de las tropas estadounidenses.
Mientras tanto, tres asesores cercanos a Hegseth han sido despedidos bajo un velo de secreto, lo que ha generado aún más sospechas sobre la cultura de descontrol que parece imperar en su administración. Y como si esto no fuera suficiente, el portavoz del Pentágono, quien defendió a Trump con fervor, renunció y lanzó una contundente advertencia: el liderazgo de Hegseth está llevando al Pentágono al caos.
La controversia se intensifica cuando se compara la situación actual con el escándalo de Hillary Clinton, quien enfrentó una feroz crítica por el uso de un servidor privado. Hegseth no solo utilizó una aplicación de mensajería, sino que lo hizo con información relacionada a ataques militares activos, mientras estaba rodeado de su círculo más cercano, lo que plantea una grave cuestión sobre la seguridad nacional.
Con el clima político en ebullición, la pregunta es clara: ¿será suficiente la presión interna y externa para que Donald Trump actúe y destituya a Hegseth antes de que ocurra un desastre irreversible? La respuesta a esta inquietante pregunta podría definir el futuro de la seguridad militar estadounidense.