Con lágrimas en los ojos y un viejo álbum de fotos en mano, Teresa relató cómo Don Francisco, quien durante años llenó hogares con su carisma, enfrenta una profunda transformación tras una cirugía de amputación exitosa. Sin embargo, la pérdida de su pierna no solo es física; ha dejado una huella emocional en el hombre que solía ser el faro de alegría para millones. La habitación, fría y distante, se ha convertido en un escenario de dolor y lucha.