Última hora: Se ha descubierto un sospechoso y el modo de comisión del crimen en el trágico accidente de Diogo Jota, el destacado futbolista portugués que perdió la vida en un siniestro automovilístico en la A52, provincia de Zamora. La investigación, que inicialmente parecía un lamentable accidente, ha tomado un giro escalofriante tras el hallazgo de clavos de acero incrustados en el neumático reventado del vehículo de Jota.

Los primeros informes apuntaban a un fallo mecánico, pero la Guardia Civil ha revelado que el neumático estaba sabotaje. Este descubrimiento ha desatado un operativo policial de gran envergadura, ya que las autoridades sospechan de una banda organizada que siembra las carreteras con objetos punzantes para provocar accidentes y lucrarse con servicios de asistencia en carretera a precios abusivos.

La A52 ha sido escenario de un alarmante aumento de incidentes relacionados con pinchazos en los últimos meses, lo que ha llevado a las autoridades a investigar a varios grupos de asistencia en la zona. Los testimonios de conductores afectados revelan un patrón inquietante: estos grupos llegan a la escena con una rapidez sospechosa, como si estuvieran esperando la señal.

La autopsia de Diogo Jota confirmó que sufrió un traumatismo cráneoencefálico severo tras perder el control del vehículo a alta velocidad, lo que ha intensificado la urgencia de la investigación. La unidad central operativa de la Guardia Civil está analizando cámaras de seguridad y registros telefónicos para identificar a los responsables de este crimen.

Este caso no solo ha conmocionado al mundo del fútbol, sino que también ha encendido un debate sobre la seguridad vial y la necesidad de medidas más severas contra quienes ponen en riesgo la vida de los conductores. Las primeras detenciones podrían ocurrir en las próximas semanas, mientras la comunidad espera justicia por la trágica muerte de Diogo Jota. La cacería de culpables está en marcha, y las autoridades están decididas a desmantelar esta red criminal que ha sembrado el terror en las carreteras.