Este hallazgo, descubierto durante una aventura de buceo en 2015, se destaca como uno de los tesoros más importantes jamás descubiertos en la costa israelí. En una mañana nublada de febrero, Zvika Fayer, un apasionado buceador y explorador aficionado, partió con sus amigos para bucear cerca de Cesarea, Israel. Para su gran sorpresa, se toparon con una brillante colección de monedas de oro enterradas bajo el lecho marino arenoso.

El descubrimiento se había producido a raíz de una tormenta invernal que había transformado el paisaje submarino de Cesarea. Mientras Zvika Fayer y sus compañeros se adentraban en las profundidades del mar, quedaron fascinados por las relucientes monedas de oro que encontraron. Al principio, se mostraron escépticos sobre la autenticidad de las monedas, pero pronto confirmaron que los tesoros eran, en efecto, oro auténtico. “Me quedé completamente asombrado cuando desenterré estas monedas de oro”, comentó Zvika Fayer.

Israel alberga numerosos sitios arqueológicos submarinos y el gobierno promueve activamente la exploración de estas ruinas sumergidas por parte de buceadores aficionados. Cesarea, en particular, es un destino de buceo popular, favorito de Zvika Fayer, que ha explorado sus profundidades en numerosas ocasiones. Fascinada por los encuentros con la vida marina, los artefactos antiguos y la cerámica, Zvika Fayer atesoraba los extraordinarios descubrimientos encontrados en el fondo del mar.

Por lo general, cuando alguien encuentra un tesoro, tiende a guardarlo para sí mismo. Sin embargo, Zvi Fayer eligió un camino diferente. En lugar de eso, informó rápidamente de su hallazgo a la Autoridad de Antigüedades de Israel y solicitó su ayuda. La Autoridad decidió entonces realizar más investigaciones en la zona donde se hizo el valioso descubrimiento, con el objetivo de ahondar en este tesoro submarino.

Fayer colaboró ​​estrechamente con los expertos y buceó bajo el mar durante días para recuperar más de 2000 monedas de oro prístinas. Estas monedas, todas de 24 quilates con niveles de pureza que alcanzan hasta el 95 %, habían permanecido intactas en el mar Mediterráneo durante aproximadamente un milenio. Su importancia se extiende más allá del valor material y ofrece información crucial tanto para arqueólogos como para historiadores, arrojando luz sobre un capítulo olvidado de la historia.

Los arqueólogos israelíes consideran que este hallazgo es de un valor excepcional, tanto físico como histórico. Las monedas de oro se consideran ahora propiedad nacional, propiedad del Estado, y aunque se reconoce el descubrimiento a los buceadores, no reciben ninguna recompensa material por sus esfuerzos.

Robert Kool, experto en antigüedades de la Autoridad de Antigüedades de Israel, afirmó que las monedas antiguas se mantuvieron intactas gracias a las excelentes condiciones de conservación del fondo marino de Israel. Se cree que estas monedas formaban parte de naufragios cerca de Cesarea, un antiguo puerto romano en el Mediterráneo oriental. A pesar de pasar más de un milenio sumergidas bajo el agua, las monedas se han mantenido notablemente limpias y bien conservadas.

Las antiguas ruinas romanas de Cesarea se encuentran en un estado de decadencia. La zona, que en su día fue un centro comercial muy activo, es ahora famosa por sus yacimientos arqueológicos romanos. El reciente descubrimiento de monedas de oro ofrece una perspectiva del pasado de Cesarea durante el gobierno musulmán de la dinastía fatimí. Estas monedas, acuñadas durante los reinados de los califas al-Hakim y al-Zahir en ciudades como El Cairo y Palermo, revelan un sistema monetario unificado en la región. Es posible que las monedas se perdieran debido a un naufragio o a la piratería.

Tras el descubrimiento de las monedas de oro, los investigadores han estado trabajando en estrecha colaboración con la Autoridad de Antigüedades de Israel para buscar más tesoros en Cesarea y sus alrededores. Su exploración se ha ampliado a otras zonas costeras como Netanya, conocida por las antiguas rutas comerciales fenicias y romanas. Para Fayer, investigar estas antiguas culturas submarinas es una pasión que nunca termina.

En Cesarea aún se pueden ver restos de antiguas ruinas romanas, aunque están en mal estado. Estas estructuras históricas datan del siglo IV a. C., cuando la ciudad se estableció por primera vez como un activo centro comercial. Inicialmente gobernada por la reina egipcia Cleopatra, la región fue conquistada más tarde por los romanos y la ciudad fue rebautizada como Torre de Estratón por Herodes el Grande, un rey designado por los romanos. Durante su reinado, Cesarea prosperó con la construcción de enormes murallas para crear un puerto marítimo y servicios como acueductos para atender a su población de más de 100.000 habitantes.

La ciudad contaba con un hipódromo con salidas ingeniosamente diseñadas, una amplia plaza con capacidad para 3.500 espectadores, templos, mercados, baños públicos y un teatro abovedado con capacidad para 20.000 personas. En el año 6 d. C., Cesarea se convirtió en la capital de Roma en Judea y fue frecuentada por importantes gobernadores romanos como Poncio Pilato durante la época de Jesús. A pesar de enfrentarse a la rebelión de los judíos entre los años 66 y 70 d. C. y la destrucción de Jerusalén, Cesarea siguió siendo el centro político y económico de la región.