Óscar D’León, el icónico “León de la Salsa”, ha roto su silencio para compartir una historia de lucha y perseverancia que pocos conocen. Desde su nacimiento en 1943 en un barrio humilde de Caracas, su vida estuvo marcada por la escasez. A pesar de las dificultades económicas de su familia, la música se convirtió en su refugio. Sin acceso a clases de música o instrumentos profesionales, D’León aprendió a tocar el bajo por su cuenta, mientras trabajaba como taxista y soñaba con un futuro en los escenarios.
En 1972, su gran oportunidad llegó al unirse a Dimensión Latina, una de las bandas más reconocidas de salsa. Su éxito se consolidó con el tema “Llorarás”, que lo catapultó a la fama. Sin embargo, esta nueva vida trajo consigo presiones y conflictos, y en 1977, D’León tomó la difícil decisión de seguir su camino como solista, fundando su propia banda, La Salsa Mayor. A pesar de los retos, su energía y pasión por la música lo llevaron a recorrer el mundo, llevando la salsa a lugares inexplorados.
A lo largo de su carrera, Óscar ha enfrentado problemas de salud que lo obligaron a hacer pausas en sus giras, especialmente durante la pandemia de COVID-19. A sus 80 años, sigue luchando contra dificultades físicas, pero su amor por la música permanece intacto. La relación con su familia ha sido compleja, con tensiones que han surgido en su vida personal, incluyendo conflictos con algunos de sus hijos.
A pesar de las controversias y desafíos, D’León ha demostrado una resiliencia admirable. Su legado musical es indiscutible, y cada actuación se convierte en una celebración de su pasión. La gran pregunta que queda es: ¿podrá Óscar D’León mantenerse en los escenarios y reconciliar su vida personal con su carrera artística? Su historia no solo es un testimonio de su talento, sino también un reflejo de la lucha constante de un artista que ha sabido adaptarse a los cambios de la vida y la industria musical.