La madre de Freddie Mercury, Jer Bulsara, ha roto el silencio y ha revelado verdades ocultas sobre la vida del icónico vocalista de Queen. Tras años de permanecer en la sombra, Jer ha compartido detalles sobre la compleja relación que mantenía con su hijo, marcada por diferencias culturales y emocionales profundas. Aunque Freddie fue conocido como un artista libre que desafiaba las normas, su vida familiar estaba plagada de conflictos y tensiones.
Nacido como Farrokh Bulsara en 1946 en la actual Tanzania, Freddie creció en un entorno donde las expectativas familiares y las tradiciones zoroastrianas chocaban con su deseo de expresarse artísticamente. Desde temprana edad, su inclinación por la música y el arte se hizo evidente, lo que llevó a su madre a enviarle a un internado en India, donde su identidad comenzó a tomar forma.
La llegada de la familia Bulsara a Inglaterra en 1964 fue un punto de inflexión para Freddie. En un ambiente más liberal, comenzó a explorar su 𝓈ℯ𝓍ualidad y a involucrarse en la música, pero la distancia emocional con su madre se amplió. Jer, tradicional y devota, deseaba que su hijo siguiera un camino convencional, mientras que Freddie se adentraba en un estilo de vida que incluía romances con hombres, algo que su madre nunca aceptó abiertamente.
A lo largo de su carrera, Freddie mantuvo una relación cercana con Mary Austin, quien fue su gran apoyo, y más tarde conoció a Jim Hutton, quien estuvo a su lado hasta el final. Sin embargo, su vida estuvo marcada por una profunda soledad, a pesar de la fama y el reconocimiento. La lucha de Freddie contra el SIDA, que mantuvo en secreto por años, culminó en su revelación pública un día antes de su muerte en 1991, un acto que ayudó a cambiar la percepción sobre la enfermedad.
La vida y legado de Freddie Mercury, un artista extraordinario, continúan resonando en la música y en la cultura popular. Su influencia perdura en generaciones y su historia, ahora revelada por su madre, añade una nueva dimensión a la comprensión de su vida y su arte.