La historia de la separación de los icónicos comediantes mexicanos Viruta y Capulina es una de las más trágicas y enigmáticas en el mundo del entretenimiento. Durante más de dos décadas, Marco Antonio Campos (Viruta) y Gaspar Henaine (Capulina) fueron inseparables, conquistando corazones a través de películas, programas de radio y actuaciones en vivo. Sin embargo, el auge de sus carreras individuales a finales de los años 60 sembró la semilla de un conflicto que nunca pudo resolverse.
Su última colaboración, la película “El camino de los espantos”, se estrenó en 1967, seguido por el exitoso lanzamiento en solitario de Capulina en “Operación Carambola” en 1968. Este cambio marcó un punto de inflexión en sus trayectorias. Mientras Capulina disfrutaba de un ascenso profesional, Viruta se vio relegado a papeles secundarios, lo que desgastó su relación tanto personal como profesionalmente.
Una entrevista reveladora de Viruta en YouTube desmintió muchos rumores sobre su separación, que hablaban de celos y traiciones. Campos expresó su dolor por el distanciamiento, subrayando que se sintió marginado, lo que afectó no solo su carrera, sino también su vida personal. A pesar de sus esfuerzos por reconciliarse y de su anhelo de trabajar juntos nuevamente, Capulina se mantuvo distante.
El drama se intensificó con la muerte de sus esposas, momentos que marcaron aún más la separación entre ambos. Al final de sus vidas, ambos artistas fallecieron sin haberse perdonado, dejando un legado de risas y una sombra de tristeza. La historia de Viruta y Capulina es un recordatorio de que, a pesar de la fama y el éxito, las relaciones humanas pueden ser complejas y frágiles.