La trágica muerte de Mimí Derba, pionera del cine mexicano, ha dejado una sombra de misterio y controversia que persiste hasta hoy. Derba, conocida por su trabajo innovador como actriz, productora y directora, falleció repentinamente el 14 de julio de 1953, a solo días de cumplir 60 años. La causa oficial de su muerte fue una embolia pulmonar, pero rumores sugieren que su joven amante, Carlos Francisco Borov Sánchez, pudo haber jugado un papel siniestro en su trágico final.

La vida de Derba estuvo marcada por triunfos profesionales y luchas personales. Aunque fue una figura clave en la edad de oro del cine mexicano, su fallecimiento estuvo rodeado de controversia, especialmente por la falta de apoyo de la Asociación Mexicana de Actores para su funeral. Este gesto, seguido de la intervención de su amiga María Conesa, planteó interrogantes sobre su legado y el reconocimiento que merecía.

La relación de Derba con Borov Sánchez, un actor joven que prometió casarse con ella, se tornó oscura cuando se alegó que lo envenenó en un acto de ambición personal. Esta teoría, aunque especulativa, añade un nivel de intriga a su muerte. Además, la interferencia política de la época, particularmente del gobierno alemán, complicó aún más su carrera, ya que buscaba reconocimiento internacional en un contexto adverso.

Mimí Derba, nacida como María Herminia Pérez de León en 1893, fue la primera mujer directora en la historia del cine mexicano. Su legado incluye el establecimiento de Azteca Films, una compañía pionera que buscó elevar la industria cinematográfica nacional. A pesar de los desafíos y la eventual pérdida de sus obras en un incendio, su impacto sigue vivo, inspirando a futuras generaciones de cineastas y actrices.

La muerte de Mimí Derba no solo marca la pérdida de una artista excepcional, sino que también plantea preguntas sobre el costo de la fama y la lucha que enfrentan las mujeres en la industria del entretenimiento. Su historia es un recordatorio de la fragilidad de la vida y el reconocimiento que, a menudo, llega demasiado tarde.