La trágica muerte de Rubby Pérez, un ícono del merengue, ha dejado al país sumido en el dolor y la incredulidad. La novia del fallecido artista, Mariana Sánchez, ha roto el silencio y revelado una impactante verdad sobre los últimos momentos de su vida que podría haber cambiado el rumbo de esa fatídica noche. En un testimonio desgarrador, Mariana confesó que Rubby tuvo un sueño premonitorio en el que veía el escenario colapsar justo antes de su presentación. A pesar de sus súplicas para que cancelara el show, él decidió seguir adelante, convencido de que su música era su vida.
La tragedia ocurrió el pasado 8 de abril en la discoteca Jetset de Santo Domingo, donde más de 300 personas se encontraban disfrutando de la actuación de Rubby. A las 11:42 PM, un crujido ominoso precedió al colapso de una gran parte del techo, que se vino abajo, dejando a Rubby atrapado bajo toneladas de escombros. Mientras la multitud gritaba y buscaba una salida, él aún estaba consciente y, en sus últimos momentos, susurró: “Esto no es el final”, pidiendo a Mariana que cuidara su legado.
Los informes preliminares revelan que la discoteca tenía graves fallas estructurales, lo que plantea serias preguntas sobre la responsabilidad de la administración del local. Expertos han señalado que la negligencia y las reformas clandestinas fueron las causas del colapso, y muchos se preguntan cómo fue posible que nadie detuviera el espectáculo ante señales de peligro inminente.
Mariana, entre el dolor y la rabia, ha decidido alzar la voz, convirtiéndose en un símbolo de resistencia ante la tragedia. Su historia y la de Rubby no solo nos recuerdan el costo de la negligencia, sino también la profundidad del amor que compartieron. “Nos necesitábamos”, afirma, mientras sostiene el anillo que él le entregó en esos momentos finales. La música de Rubby Pérez puede haber terminado, pero su legado y la lucha por la verdad apenas comienzan.