Desde su auge en la televisión, donde su belleza y talento la llevaron a la cima, Ana ha recorrido un camino tumultuoso. Después de una serie de conflictos laborales, incluidos litigios con TV Azteca que la llevaron a ser incluida en listas negras, la actriz decidió alejarse del espectáculo y buscar su voz en la escritura. En un giro dramático, se mudó a España, donde reinventó su vida como novelista, dejando atrás el glamour por una existencia más tranquila y centrada en sus pasiones.