**Título: Trump lanza un golpe decisivo: EE. UU. prohibe la exportación de armas a Cuba**
En un movimiento que marca un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el gobierno estadounidense ha prohibido la exportación de armas a la isla caribeña, citando la falta de cooperación de Cuba en la lucha contra el terrorismo. En una declaración oficial del Departamento de Estado, el secretario de Estado Marco Rubio ha certificado a Cuba como un país que “no cooperó plenamente” bajo la Ley de Control de Exportación de Armas, un acto que tiene profundas implicaciones para la seguridad y la política regional.
La decisión, anunciada hace solo unos minutos, se produce en medio de un clima de creciente tensión entre ambos países. Las autoridades estadounidenses sostienen que esta prohibición no solo es un paso necesario para salvaguardar la seguridad nacional, sino también un mensaje contundente a La Habana sobre la importancia de su colaboración en asuntos internacionales críticos.
El portavoz del Departamento de Estado enfatizó que esta acción es parte de un esfuerzo más amplio para presionar al régimen cubano a adoptar una postura más activa en la lucha contra el terrorismo. “No podemos permitir que un país que no cumple con sus responsabilidades internacionales tenga acceso a armas que podrían amenazar la seguridad de nuestros aliados y nuestra nación”, declaró.
Este anuncio se suma a una serie de sanciones y medidas restrictivas que han intensificado las fricciones entre EE. UU. y Cuba desde el inicio de la administración Trump. Con la prohibición de la venta o licencia de exportación de artículos y servicios de defensa, se espera que esta decisión tenga repercusiones significativas en la capacidad de Cuba para fortalecer su infraestructura militar y su posición en la región.
La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrolla esta situación, que no solo afecta a Cuba, sino que también podría tener un impacto en la dinámica de poder en América Latina. La prohibición de exportación de armas es un recordatorio claro de que las tensiones geopolíticas continúan moldeando el futuro de las relaciones en el hemisferio.