**Título: “China Triunfa en la Guerra Comercial: ¿Qué Significa el Fracaso de Trump?”**

En un giro sorprendente, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han tomado un rumbo inesperado: China parece haber ganado la guerra comercial, mientras que Donald Trump se enfrenta a las consecuencias de una estrategia fallida que ha dejado a su país sin su principal arma, los aranceles. Durante una reciente reunión en Arabia Saudí, Larry F. advirtió sobre la creciente preocupación por la deuda estadounidense y el rendimiento del bono americano, elementos que están pasando desapercibidos para muchos inversores que celebran el optimismo del mercado.

Alicia García Herrero, economista de Natixis, subrayó que, a pesar de la aparente calma, la guerra comercial sigue activa, aunque ha cambiado de forma. Las decisiones recientes de Trump, que incluyeron el uso indiscriminado de aranceles, han debilitado su capacidad de maniobra, eliminando el “deterrent” económico que alguna vez tuvo. “Trump ha aniquilado su leverage”, afirma García Herrero, destacando que el ex presidente ha jugado todas sus cartas, dejándolo sin opciones para frenar el ascenso de China en el escenario global.

El impacto de esta estrategia se siente no solo en la economía estadounidense, que enfrenta una posible desaceleración, sino también en las relaciones con aliados clave. La dependencia de EE. UU. de productos chinos es alarmante, y los CEOs de gigantes como Walmart y Nike han advertido sobre la escasez de bienes y el aumento de precios que afectará al consumidor estadounidense.

Mientras tanto, la preocupación por el futuro económico de EE. UU. se intensifica. Las proyecciones de recesión han sido descartadas por algunos analistas, pero la sombra de una desaceleración sigue acechando. “Lo que me preocupa es que se carguen su fortaleza natural en servicios y tecnología”, concluye García Herrero.

Así, mientras el mundo observa, la batalla por la supremacía económica continúa, y la pregunta persiste: ¿podrá Estados Unidos recuperar su posición, o está destinado a perder terreno frente a un China en ascenso?