Con más de 20 cortes en su rostro y una trayectoria que lo posiciona junto a los más grandes, como Muhammad Alí y Julio César Chávez, Finito López comparte sus vivencias desde su debut en 1985 hasta su último combate, donde salió victorioso tras 22 defensas exitosas. Sus palabras resuenan con la intensidad de un verdadero gladiador: “El boxeo es una ciencia, un arte”. Su estilo, una fusión de técnica y agresividad, lo llevó a ser considerado el mejor en su categoría, una figura que transformó cada pelea en una obra maestra.