María Estupiñán, una joven influencer colombiana de 22 años, fue brutalmente asesinada a balazos en la puerta de su hogar en Cúcuta, un crimen que ha sacudido a todo el país. El atroz suceso ocurrió el miércoles 14 de mayo en el barrio El Bosque, cuando un hombre, haciéndose pasar por repartidor, tocó su puerta y disparó sin piedad. Este asesinato ha reavivado la indignación nacional, recordando el trágico caso de Valeria Márquez, y pone de manifiesto la alarmante vulnerabilidad de las mujeres en Colombia frente a la violencia.
María, estudiante de comunicación social, había asistido solo un día antes a una audiencia judicial relacionada con un caso de violencia intrafamiliar, en el cual su expareja fue condenada a indemnizarla con 30 millones de pesos. A pesar de esto, la joven seguía siendo blanco de amenazas y sufría episodios de ansiedad provocados por el acoso constante. Las autoridades han clasificado el ataque como un acto premeditado, revelando la escalofriante realidad de que, incluso con protección legal, muchas mujeres continúan expuestas a la amenaza de muerte.
La Policía Metropolitana de Cúcuta está trabajando intensamente para aclarar el crimen, mientras el coronel Leonardo Capacho ha declarado que el uso de la estrategia de entrega a domicilio por parte del agresor indica un nivel alarmante de planificación en el ataque. Hasta el momento, no se ha logrado identificar al autor del homicidio, lo que solo añade más tensión y desesperación a una sociedad que clama por justicia.
Este trágico evento no solo es un recordatorio de la creciente violencia contra las mujeres en Colombia, sino también un llamado urgente a la acción para combatir esta epidemia de agresiones. La comunidad espera respuestas y justicia para María, cuya vida fue arrebatada de manera tan violenta y repentina.