**La Triste Historia de Las Jilguerillas, Su Triste Separación**

En un devastador giro de los acontecimientos, el mundo de la música mexicana se encuentra en duelo tras la muerte de Amparo Higuera Juárez, una de las voces emblemáticas de Las Jilguerillas, quien falleció a los 84 años el 2021. Este legendario dúo, formado por Amparo e Imelda Higuera, cautivó a generaciones con su talento y carisma. Sin embargo, detrás de su éxito se oculta una historia trágica de luchas, separaciones y el inquebrantable vínculo entre hermanas.

Desde su infancia en Michoacán, las hermanas trabajaron junto a su padre en el campo, donde comenzaron a desarrollar sus increíbles voces. Su carrera despegó en 1955, cuando lanzaron su primer álbum, ganando rápidamente reconocimiento en el mundo de la música ranchera y mariachi. Establecieron un estilo único que resonó profundamente en el corazón del público, pero la vida les reservaba giros inesperados.

En 2004, la muerte de Imelda por complicaciones respiratorias dejó a Amparo devastada y sin rumbo. A pesar de sus intentos por continuar, la ausencia de su hermana se sentía abrumadora, llevándola a retirarse de la escena musical. Sin embargo, el espíritu de Imelda nunca desapareció. Tras años de dolor, Amparo encontró consuelo en la cantante Mercedes Castro, quien la animó a revivir la música en honor a su hermana.

La colaboración entre Amparo y Mercedes floreció, permitiendo que el legado de Las Jilguerillas continuara. Juntas, lanzaron varios álbumes y llenaron plazas con su música, llevando su historia y su amor por la música a nuevas generaciones. Pero la salud de Amparo se deterioró, y la noticia de su fallecimiento ha dejado un vacío inmenso en el corazón de sus seguidores.

Las redes sociales han estallado en tributos conmovedores, recordando la huella imborrable que Amparo dejó en la música mexicana. La comunidad artística llora la pérdida de una gran compositora y cantante, mientras el eco de sus canciones sigue resonando en los corazones de quienes la amaron. El legado de Las Jilguerillas, aunque marcado por la tristeza, perdurará por siempre.