En un giro inesperado que podría alterar el panorama agrícola de Norteamérica, miles de tractores de John Deere han quedado atrapados en un limbo burocrático en la frontera entre Estados Unidos y México. Lo que comenzó como una simple inspección de aduanas se ha convertido en una crisis que amenaza la producción alimentaria justo antes de la crucial temporada de siembra.