**ARGUMOSA: El error de Trump en Los Ángeles: “La militarización de la policía es algo muy delicado”**
En un giro alarmante de los acontecimientos, el ex presidente Donald Trump ha decidido desplegar a la Guardia Nacional y a los Marines en Los Ángeles, una acción que el general de división retirado Jesús Argumosa califica de “muy delicada”. En una entrevista reciente, Argumosa subrayó que esta militarización de la policía es un problema grave que podría tener consecuencias devastadoras para la sociedad civil.
La decisión de Trump, en medio de crecientes protestas en varias ciudades estadounidenses, ha generado un intenso debate sobre la adecuación de utilizar fuerzas militares en situaciones que tradicionalmente son manejadas por la policía. Argumosa advierte que este enfoque no solo es inapropiado, sino que también representa un riesgo significativo de tergiversar las misiones militares, que están diseñadas para el combate, no para el control de manifestaciones.
Con 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 800 Marines en la ciudad, la respuesta del gobierno ha sido calificada de exagerada. “Los militares no están preparados para lidiar con protestas civiles”, afirmó Argumosa, enfatizando que la responsabilidad de mantener el orden recae en la policía, no en las fuerzas armadas. Este despliegue, según él, podría llevar a una escalada de tensiones y a un uso inadecuado de la fuerza.
La situación en Los Ángeles es un reflejo de una tendencia preocupante que ha sido criticada en Iberoamérica, donde la militarización de la policía ha resultado en violaciones de derechos humanos. Argumosa sostiene que la intervención militar debe ser la última opción y solo en circunstancias extraordinarias.
Ante esta crisis, la pregunta clave es: ¿qué alternativas tiene Trump para manejar la situación sin recurrir a la fuerza militar? La respuesta, según Argumosa, es clara: dejar que los gobernadores y las autoridades locales gestionen las manifestaciones, utilizando fuerzas policiales en lugar de militares. La tensión sigue aumentando, y el futuro de la respuesta del gobierno estadounidense se mantiene en el aire.