La tiara “Lovers Knot”, conocida por su asociación con Diana, ha sido objeto de deseo y controversia desde su creación. Camilla, quien asumió el rol de Reina Consorte tras la muerte de Isabel II, esperaba que esta pieza icónica formara parte de su colección personal. Sin embargo, la decisión de asignarla a Catalina ha sido vista como un claro mensaje de continuidad y conexión con el legado de Diana, intensificando las comparaciones entre ambas mujeres.