En un impactante giro de eventos, el 2025 ha revelado a los presidentes más fallidos del mundo, dejando a sus naciones al borde del colapso. Desde la represión hasta la corrupción, estos líderes han sido calificados como los peores en sus respectivos países, y la situación es alarmante.
William Ruto de Kenia se enfrenta a críticas feroz por su despiadada represión policial y la persecución de periodistas, mientras que Keir Starmer del Reino Unido ha sumido a su país en una crisis de inestabilidad política y un aumento desmedido de impuestos, dejando a la población en un estado de indignación.
En Uganda, Yeri Museveni es señalado por su brutal represión política y el aislamiento internacional que ha generado, mientras que Emmanuel Macron de Francia se encuentra en el ojo del huracán por sus controvertidas reformas de pensiones y un escándalo viral en las redes sociales que ha humillado al país. La situación en Colombia bajo Gustavo Petro es igualmente sombría, marcada por la corrupción y una crisis política sin precedentes.
Myanmar no se queda atrás, con Min Aung Hlaing siendo denunciado por ataques a la población civil y un aumento alarmante de la pobreza. Nicolás Maduro de Venezuela sigue siendo un ícono de la tiranía, con su régimen reprimiendo protestas y llevando a cabo detenciones arbitrarias. En Siria, Yulani enfrenta el repudio por su reforma educativa radical y la falta de inclusión, mientras que Dina Boluarte de Perú lidia con una creciente crisis de seguridad y decisiones desastrosas que han llevado a su país al caos.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo estos líderes han llevado a sus naciones al abismo. La urgencia de un cambio nunca ha sido tan crítica.