**BRICS protege a Irán de Estados Unidos: Un nuevo orden geopolítico en marcha**
En un giro inesperado y dramático en el tablero geopolítico, el bloque BRICS ha tomado la delantera en la protección de Irán frente a la presión de Estados Unidos. La reciente visita del canciller iraní a Moscú, donde se firmaron acuerdos estratégicos en energía, tecnología y defensa con el presidente ruso Vladimir Putin, marca un punto de inflexión que redefine las dinámicas de poder global.
Durante años, la hegemonía unipolar liderada por Washington parecía inquebrantable, pero los recientes movimientos de BRICS han desafiado esta narrativa. La coalición, que incluye a potencias como Rusia y China, ha evolucionado de un foro económico a un actor político y militar de peso, capaz de contrarrestar la influencia occidental. El respaldo de Moscú y Pekín se presenta ahora como un escudo geoestratégico para Teherán, que encuentra en esta alianza una respuesta a las agresiones estadounidenses.
Mientras tanto, en el ámbito militar, la Organización de Cooperación de Shanghái se erige como un contrapeso a la OTAN, con una creciente coordinación entre sus miembros. Las reuniones de defensa en China han dejado claro que el eje Rusia-China-Irán está dispuesto a actuar en conjunto frente a las amenazas externas. Este fortalecimiento de la cooperación se produce en un contexto de tensiones crecientes, donde el reciente ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes ha llevado a una respuesta contundente de Teherán y a una condena firme de Pekín.
El panorama energético también está cambiando radicalmente. Irán, a pesar de las sanciones, continúa exportando petróleo a China, lo que refuerza su papel en la nueva arquitectura energética global. El gasoducto Poder de Siberia 2 y la construcción de una línea ferroviaria directa entre China e Irán son solo ejemplos de cómo el este está forjando rutas comerciales que desafían el dominio occidental.
El mensaje es claro: la era de la hegemonía unipolar ha llegado a su fin. Con BRICS en el centro de esta transformación, el mundo asiste a la creación de un nuevo orden basado en la cooperación soberana y alianzas estratégicas. La pregunta ya no es si habrá un cambio, sino cómo se configurará el futuro en este nuevo escenario global.