En un giro dramático en el conflicto en Siria, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha instado a Israel a detener de inmediato sus ataques aéreos y abrir un diálogo urgente con Damasco. Esta solicitud se produce en medio de crecientes tensiones en la región, con informes de que altos funcionarios estadounidenses están presionando para una desescalada.
Según Axios, Trump ha reiterado su demanda durante conversaciones recientes con el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Ron Dermer. El enviado estadounidense, Tom Barrac, se comunicó con Dermer en un intento de calmar la situación, pidiendo a Israel que “respire hondo” y ponga fin a las hostilidades. Esta súplica refleja la creciente preocupación de Washington por la inestabilidad en Siria y sus implicaciones para la seguridad regional.
Mientras tanto, la Autoridad de Aviación Civil de Siria ha anunciado el cierre temporal del corredor aéreo del sur, citando razones de seguridad, lo que añade una capa de urgencia a la situación. La comunidad internacional observa con atención este nuevo frente de conflicto, que no solo complica la estrategia de Trump, sino que también podría tener repercusiones significativas para la paz en la región.
Con el reloj corriendo y las tensiones en aumento, el llamado de Trump a Israel podría ser un punto de inflexión crucial. El mundo espera con ansiedad cómo se desarrollarán los acontecimientos en un momento en que cada decisión puede marcar la diferencia entre la guerra y la paz. La situación sigue siendo volátil, y cualquier respuesta de Israel podría desencadenar una nueva ola de violencia en un conflicto ya desgastado.