**LA MUERTE DE LA QUINCEAÑERA Débora Rebeca: Una Tragedia que Conmociona a Guatemala**
La celebración de los 15 años, un momento de alegría y transformación, se tornó en tragedia el pasado 1 de agosto de 2024, cuando Débora Rebeca Artola, una joven de apenas 15 años, perdió la vida en un horrendo accidente en su hogar en Alta Verapaz, Guatemala. La quinceañera, que había festejado su cumpleaños en marzo, se encontraba en la terraza de su casa realizando una sesión de fotos con amigos cuando ocurrió lo inimaginable.
Mientras los adolescentes se tomaban selfies y ensayaban pasos de baile, Débora, sin advertencia, perdió el equilibrio y se aferró a unos cables que resultaron ser de alta tensión. La descarga eléctrica fue devastadora: su cuerpo quedó suspendido, y la tragedia culminó con su decapitación, un momento que dejó a sus amigos y vecinos atónitos y en estado de shock.
Los bomberos confirmaron que la joven falleció instantáneamente debido a la descarga. Sin embargo, la muerte de Débora ha suscitado un torbellino de especulaciones en redes sociales. Algunos testigos afirman que la joven no actuó imprudentemente, y un video previo al accidente muestra que no estaba usando un teléfono, lo que contradice las acusaciones de irresponsabilidad.
La familia de Débora ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para cubrir los gastos del funeral y buscar justicia. Han expresado su convicción de que la muerte de su hija no fue un mero accidente, sugiriendo que pudo haber sido empujada hacia los cables fatales. La policía investiga el caso, pero la comunidad clama por respuestas, mientras el dolor y la indignación crecen.
La historia de Débora, una joven vibrante y llena de vida, ha dejado una profunda huella en quienes la conocieron. Su trágica muerte no solo ha marcado un hito de luto en su familia, sino que también ha encendido un debate sobre la seguridad y la responsabilidad en eventos tan significativos. En un país donde la vida de un adolescente puede cambiar en un instante, la memoria de Débora Rebeca Artola perdurará, recordándonos la fragilidad de la vida.