La triste noticia ha sacudido al mundo del espectáculo: Alberto Vázquez, el legendario cantante y actor mexicano, ha fallecido a los 85 años. Nacido el 20 de abril de 1940 en Guaimas, Sonora, su vida estuvo marcada por el amor y la pérdida, así como por una carrera brillante que lo consagró como uno de los íconos del rock and roll en México.
Durante la década de 1960, Vázquez cautivó a millones con su profunda voz y su carisma en el escenario, pero su vida personal estuvo plagada de tragedias. La muerte de su primera esposa, Rocío, en 2004, fue un golpe devastador, un dolor que nunca logró superar del todo. A pesar de contar con el amor de sus tres hijas, la pérdida de su compañera de vida dejó un vacío inquebrantable.
En los últimos años, Vázquez enfrentó graves problemas de salud, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que lo obligó a retirarse de los escenarios en 2022. Sus problemas de salud, sumados a una parálisis facial que sufrió en 2016, limitaron su capacidad para conectarse con su público, un dolor añadido para un artista que siempre vivió para la música.
La relación con su hijo, Arturo, también atravesó momentos de tensión, aunque ambos intentaron sanar las heridas del pasado. Aun así, Alberto nunca dejó de luchar por su legado musical, continuando su trabajo hasta sus últimos días con proyectos familiares que reflejan su amor por la música y su deseo de transmitirlo a la siguiente generación.
Su fallecimiento no solo marca el fin de una era en la música mexicana, sino que deja un legado imborrable en el corazón de sus admiradores. La historia de Alberto Vázquez es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la resiliencia del espíritu humano. Su voz, su pasión y su historia de amor perduran, resonando en cada acorde y en cada recuerdo.